En tiempos actuales, todavía mantenemos en la memoria colectiva la relación entre nuestro trabajo con los sistemas vivos y la influencia de la Luna y las constelaciones que aparecen en el cielo a lo largo del año. Aún los más estudiosos en el tema no han podido concluir si es sólo la Luna o sólo las constelaciones o si en verdad actúan en conjunto, lo que es verdad es que en la experiencia, al utilizar ambas para desarrollar nuestro trabajo podemos obtener muy buenos resultados.
Recordemos que la Luna permanece en cada constelación dos días y medio. El Sol por su lado, permanece en la misma constelación durante un mes completo. Esta información es básica para comprender y relacionar su influencia.
En su libro La Luna, Jairo Restrepo nos explica: «Las fuerzas ascendentes y descendentes de la Luna y sus relaciones con las plantas y las partes del cuerpo, se trata de conceptos que están en relación con la posición de la Luna respecto a las constelaciones del zodiaco. Todos los signos zodiacales que atraviesa el Sol desde Sagitario hasta Géminis contienen una fuerza ascendente y son reconocidos como sinónimos de aumento, expansión, desarrollo y floración. Por el contrario, la fuerza descendente es propia de los otros signos zodiacales que completan las doce constelaciones del año poseen la fuerzas de la maduración, la cosecha, el ocaso y el reposo».
Entonces, así como a lo largo del año estas fuerzas influencian a través de las diferentes temporadas, también se encuentra actuando diariamente al tiempo que la Luna completa su trayecto por todos los signos. Por ejemplo, con Luna ascendente, sube la savia de las plantas, en especial de los árboles frutales y de las hortalizas, la parte aérea de las plantas se beneficia. Cuando hay Luna descendente, la savia se concentra en circular hacia abajo favoreciendo la formación y el fortalecimiento de las raíces.

Octubre
El mes de octubre es el último mes que queremos trabajar directamente en el huerto pues a partir de aquí inicia una época de frío y de mucha actividad social y familiar. Por ello, vamos a cosechar semillas, hojas y flores, sembraremos las últimas plantas en el huerto, agregaremos composta para nutrir y colocaremos una buena capa de mulch o cobertura seca que proteja el suelo. Y así podemos dejar descansar nuestra tierra y nuestro trabajo hasta febrero del siguiente año que empieza a aumentar la temperatura.
1.- Cosechamos las flores, los primeros dos días de octubre fueron excelentes para trabajar con flores ya que la luna entró el 2 de octubre en el signo de Acuario (utilizamos los cálculos astronómicos).
2.- Durante la #LunaLlena del 5 de octubre (en Piscis) cosechamos hojas para té, hierbas para hacer aceites y otras aromáticas pues aunque la deshidratación puede requerir un poco más de tiempo, la energía de #LunaLlena nos ayuda a tener hojas muy olorosas y cargadas de sustancia activa.
3.- Aprovechamos hasta antes del 6 de octubre para empezar a cosechar materia verde para adicionar en la composta. De esta manera seguimos utilizando la energía de signo Piscis, mejoramos el balance nutricional, agregamos microorganismos y aumentamos la actividad microbiana. Esto ayudará a mantener el calor ahora que empieza a bajar la temperatura, y a almacenar humedad para la temporada de secas.
4.- Durante la cosecha de semillas y flores, estas siguen ocupando sus espacios mientras terminan de madurar, por ello aclaramos un pequeño espacio, utilizando la energía de la #LunaMenguante para preparar el suelo, transplantamos nuevas plantitas que teníamos en almácigo y algunos regalos de nuestros amigos @saboreandofuego. Utilizamos la materia verde como un método experimental de acolchado verde (sin descomponerse) y la zona con más sol del huerto por lo que nos arriesgamos* a poner calabaza, jitomates y chiles en asociación con kale.
*El riesgo de sembrar estas especies durante el invierno es la falta de sol que puede conllevar a la presencia de cenicilla causada por causada por hongos como Erysiphe cichoracearum DC y Sphaerotheca fuliginea Fr, Pollaci donde se notan puntitos blancos sobre las hojas debilitando su crecimiento, y el desarrollo de hojas, frutos y flores.
Referencias:
1.-191º Calendario del más antiguo galván, 2017, Librerías y ediciones Murguía S.A. México, 256pp.
2.- Blancard D., H. Lecoq y M. Pitrat, 1991. Enfermedades de las curcubitáceas, Mundi-Prensa-INRA, España, 301pp.
3.- Pérez-Ángel R., R. García, J. Carrillo, M. Angulo, J. Valdez, M. Muy-Rangel, A. García y M. Villarreal, 2010. Control de cenicilla (Sphaerotheca fugiligea Schlechtend: Fr, Pollaci) con aceites vegetales y sales minerales en pepino de invernadero en Sinaloa. México. Revista Mexicana de Fitopatología. Vol. 28. Nº 1.
4.- Restrepo Jairo, 2013. La Luna, el sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura. Impresora Feriva, 3ª edición, Colombia, 219pp.