- Hacer un diario del huerto tiene el propósito de proporcionarnos una guía sencilla y práctica para iniciar el cultivo de alimentos, sincronizando nuestras actividades con: las temporadas, la conducta de plantas y las influencias astronómicas que influyen en las mismas, por ejemplo, las fases lunares y el movimiento de la Tierra por las diferentes constelaciones.
- En este sentido, el diario parece fácil de llevar a cabo pero es posible que pueda ser complicado administrar las tareas del huerto, de forma que no sea sólo acerca de la siembra de semillas, sino la experiencia completa de cuidar nuestro huerto de forma eficiente y sencilla.
- Así se desarrolla este diario del huerto, con el afán de compartirles los procesos que vamos desarrollando en el huerto de mae-tierra, y esperando que los ayude a organizar los suyos, aprendiendo al tiempo y modificándolos a su servicio.
- En nuestro huerto y para los proyectos que desarrollamos, utilizamos una mezcla de enseñanzas y filosofías que se definen dentro de los principios de la agricultura biodinámica (Rudolf Steiner, 1922) y de los métodos antiguos, donde se obtienen todas las semillas de la misma siembra y se utilizan estiércoles como fuente de nutrientes y energía, ahora denominados dentro de la agricultura orgánica.
- Los principios de estos métodos promueven el respeto por las energías que crean y mantienen la vida, asegurando la salud de la tierra y de las plantas para así procurar una nutrición sana para animales y seres humanos.

Para empezar este diario del huerto he dividido el año en 4 temporadas: verano-otoño (agosto, septiembre, octubre); otoño-invierno (noviembre-diciembre, enero); invierno-primavera (febrero, marzo, abril) y primavera-verano (mayo-junio-julio). Durante estas temporadas puedo dividir mi trabajo en el huerto, maximizando mi esfuerzo, aprovechando la sincronicidad que se genera principalmente con la Luna y teniendo suficiente tiempo de descanso en el proceso.
Aunque es importante considerar las condiciones y temporadas de tu propia región para ajustar tus tiempos, llevar a cabo un diario de siembra y tu propio calendario considerando las condiciones externas, es una gran herramienta de aprendizaje, experimentación y organización, mediante la cual aplicamos mejor nuestro esfuerzo.
Para que puedas ir armando tu propio calendario y diario de tu huerto puedes empezar por responderte las siguientes preguntas.
A) ¿Cómo está el clima? La temperatura y la humedad son los dos principales factores que determinan las temporadas de los frutos. En lugares de clima cálido y tropical el invierno es más seco que frío por lo que podemos elegir cultivos de sol que requieran menos agua. Mientras que en ambientes más templados o montañosos, es importante considerar la disminución de temperatura para elegir cultivos que alimenten y que protejan el suelo, además de las necesidades de humedad. Es necesario observar las características de cada región para determinar que plantas usar, en que temporadas y que otras es más eficiente evitar.

Ahora bien, no todo es sembrar semillas, los cultivos requieren otros cuidados para desarrollarse plenamente y eventualmente requerir menores esfuerzos. La producción de alimentos sanos y con un buen contenido nutricional esta determinado por la construcción del suelo, permitiendo la coexistencia de raíces, una gran diversidad de microbios, hongos, animales microscópicos que desarrollan la química del suelo, su vida e interacción con la materia del suelo dan lugar a las vitaminas, minerales, proteínas y azúcares que buscamos en los alimentos. Por lo tanto es importante dividir las actividades del huerto de forma sistémica e integral:
B) ¿Qué voy a hacer?

Algunos tips y sugerencias:
-Organizar temporalmente la germinación (siembra escalonada) proporciona vegetales de forma continua.
-Directamente después de la cosecha, si todo el campo se cubre con rastrojo la germinación de hierbas indeseadas se detiene por completo.
-Recuerda que elegir bien la temporada de siembra para cada tipo de planta, va a permitir que las semillas germinen más rápido y que las plantas se establezcan fácilmente sin tener que luchar para contrarrestar las condiciones desfavorables, y por ende serán menos vulnerables al ataque de insectos no deseados.
-No olvides que durante la construcción de tu huerto, el primer año puede ser el más difícil y con mas trabajo, pero al mismo tiempo es el año de mayor experimentación.
-No deseches los errores, también son resultados, todo suma y si trabajamos bien, eficiente y suficiente, la tierra se autorregula y nos ayudará en los años venideros.
-Recuerda que el protagonista de la agricultura a cualquier escala es el suelo, nútrelo y cuídalo.
-Las tres M’s de un suelo sano son microorganismos, materia orgánica y minerales, estas tres en armonía nos proporcionan plantas y alimentos armónicos y sanos.